Columna:
Liberación animal como slogan de exclusión
Muy seguido vemos personas que nos dicen “liberación
animal” como una frase que se repite y repite, casi como un slogan que machaca
nuestras mentes, pero sin un sentido de fondo. Nos muestran videos, nos dan
clases magistrales sobre ingredientes animales, o aditivos, y nos dicen que
quienes consumen carne son asesinos, y quienes consumen lácteos, huevos o miel,
son esclavistas.
Pero… casi
siempre quienes hacen eso no conocen en lo más mínimo la cadena de muerte de la
industria de la explotación animal, no son culpables, simplemente son
ignorantes, y muchas veces tampoco tienen asegurada su propia subsistencia
económica. El culpable de todo este sistema de explotación y muerte está basado
claramente en el hecho de considerar mercancía a seres que tienen el mismo derecho que uno a vivir.
Esta visión
olvida por completo la liberación humana, no le da la menor importancia, no
compara estadísticas, ni le importa la suerte de quienes no llegan con su
dinero a adquirir la comida, Solo
importa que seas súper archi mega hiper vegan, no importa lo que hagas
del resto de tu vida. Si sos nazi, o católico ultramontano, o conservador
horrible, misógino, golpeador de mujeres y niños, o cualquier atrocidad referida a los derechos humanos,
poco importa, la onda es que seas hiper archi mega super vegan, nada más.
Esto iguala a
estas personas con la ley de prohibición de la vivisección, sancionada por
Hermann Goering en 1934 (Vivisektion Verboten Gesetz), una ley en la que se
intentaba mostrar el costado sensible del nacionalsocialismo, tratando de
aparentar bondad. Y todos sabemos que simplemente prohibían la vivisección,
porque tenían miles de “subhumanos” (untermensch) para realizar las mismas
prácticas que hacían previamente con animales.
En verdad, esa
visión no aporta nada, es más propia de un club de fachitos sanos que de una
persona consciente de que dentro de los derechos del animal, también entran los
derechos humanos. Esa visión es la que
permite que dentro de nuestros eventos haya personas que defienden el
terrorismo de estado, o que reivindican el nacionalsocialismo, la matanza de
los pueblos originarios, y la seudo superioridad de la sangre que bajó de los
barcos.
Menos discurso,
y más realidad, la liberación animal sin la liberación humana, no existe, es
solo un slogan para creerse más que el que tenés al lado. Sólo te convierte en
un alto pelotudo garca, pero saludable, algo así como la señora mayor cogotuda
de Barrio Parque que entra a una dietética a comprar todo orgánico y feng shui,
y un rato después vuelve a su casa despotricando contra “los negros del plan”,
los peruanos, los bolivianos y los villeros de mierda, pero mas llevado al
extremo.
En consecuencia,
ni a palos me hago cargo de los super animalistas que no luchan por la
liberación humana, que no se preocupan por el hambre, la miseria, la violencia
de género, la homofobia, la discriminación racial, social y económica. Nadie
debería darles demasiado crédito tampoco.
xClaustrox